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Discografía
Vengan todos a mi jardín, toquen y deshojen las flores a su gusto. Besen los labios cercanos con ternura. Derramen una lágrima por cada uno de nosotros que incomprendido es... Y juntos, hagamos un solo canto a la felicidad que nos espera.
La soledad es un pájaro grande multicolor que ya no tiene alas para volar y cada nuevo intento da más dolor.
La soledad anida en la garganta para esperar el grito que se arranca con su cantar cuando llega el silencio del desamor.
La soledad a veces tiene ganas de acompañar el rostro que recuerda mal aquel amor que nunca fue para soñar.
La soledad inventa la más bella aparición remueve los rincones del corazón para quedarse sola la soledad... con su niñez su mocedad con su vejez para llorar para morir en soledad...
Cuando toco tu cuerpo desbordado de una luz que genera decisión se me sale en el tiempo lo guardado para mi último adiós sin condición.
Cuando tocas mi cuerpo deslumbrado en el sabio favor de agradecer vas dejando que vierta mi legado para envolverlo en tu saber hacer.
Desnudos, sin pudor, con inocencia no nos queda una grieta que explorar ni una ranura sin ser descubierta ni un montículo más sin conquistar con mezcla de candor y de conciencia nos perdemos en nuestra inmensidad...
Al regresar al borde de esa vida donde fluye la cotidianidad te das cuenta que enriqueció tu lira, me doy cuenta que hay otra libertad.
Hoy quiero estar contigo amigo porque disfruto de tu presencia ante mí porque lo mismo te ha de ocurrir a ti porque es hermoso que nos pase a los dos.
Hoy quiero estar contigo amigo emocionados al abrirse una flor discutiendo por qué el globo estalló emborrachándonos de risa y dolor.
Hoy quiero estar sin entender la distancia que nos va a separar la frontera que lascera lo poco que queda para que uno pueda en los tiempos que llegan repartir amor.
Hoy quise estar contigo amigo y la dura realidad destruyó el dulce sueño que forjamos tú y yo tal vez mañana haya otra suerte. Ojalá Adiós.
Vuelvo a nacer lejos de aquí y aseguro que te voy a encontrar ya no podemos dejar la dependencia que unió dos corazones aunque distintos van caminando a su pesar.
Nuevamente se tendrán que buscar. Tú eres la paz, tú eres la flor, la ternura que me vino a salvar yo soy la espina mortal que clava un viejo dolor.
Las diferencias en la distancia el tiempo las borrará y los contrastes se atraen las coincidencias suelen matar el afán de indagar quién eres tú.
Cedamos más, busquemos luz el orgullo no ennoblece el amor la tolerancia es valor para salvarnos los dos.
Quiero regresar hacia el lugar donde nací quiero recordar quedarme allí.
Quiero imaginar que todo se quedaba así que no hubo un tiempo que pasó para vivir.
Quiero retornar a la inocencia de asistir cada día a descubrir una mañana azul un pájaro en trasluz el viento puro que me asalta el corazón de amor.
Quiero regresar hacia ese lugar donde el río canta una canción, bañarme en el sol, tenderme al olor de la yerba al salir. Y en mi mundo infantil fundirme con el cielo y dejar volar mi pensamiento libre.
Sandra te quiero cantar. Sandra pero no es igual, Sandra que cuando cantaba y sólo pensaba en la eternidad.
Sandra prefiero pensar que nuestro amor es mortal Sandra que existe el cansancio y que nuestro espacio lo pueden violar.
Sandra que solo y que tarde me toca hacer confesiones pero el corazón me arde y aunque no lo quiera me salen canciones.
Sandra hoy te voy a querer, no sé si acompañarás mi figura en la ventana... esperando el mañana volviendo a nacer.
Dos almas dos cuerpos dos hombres que se aman van a ser expulsados del paraíso que les tocó vivir.
Ninguno de los dos es un guerrero que premió sus victorias con mancebos. Ninguno de los dos tiene riquezas para calmar la ira de los jueces.
Ninguno de los dos es presidente. Ninguno de los dos es un ministro. Ninguno de los dos es un censor de sus propios anhelos mutilados.
Y sienten que pueden en cada mañana ver su árbol, su parque, su sol, como tú y como yo.
Que pueden desgarrarse sus entrañas en la más dulce intimidad con amor así como por siempre hundo mi carne desesperadamente en tu vientre con amor también.
No somos Dios. No nos equivoquemos otra vez.
Armando Guerra Felito Ayón por qué se fueron qué solo estoy... Llanto de un día melancolía. Hoy tengo frío y no ha salido aún el sol... ¡Ya me alzaré de este gorrión!
Dulce Angelito sangre y dolor; padre, pedazo de mi canción... llega la lluvia, y me estoy viendo bañándome en un aguacero invernal madre temblando ya me va a regañar.
Un perro ladra, va a amanecer, el viento silba, se oye un árbol crujir, todo se agolpa para sentir esos recuerdos que me hacen vivir.
Haydée, Adita, Miguel, Quintín cuántas sonrisas vienen a mí. Salgo a la calle no los olvido tal vez los sienta en cada acto en que soy y sigo siendo el que les dio amor.
Fragilidad que confunde al mostrar una coraza que intenta frenar el duro embate del diario bregar... déjate amar.
Independencia que nunca lo fue tierna aspereza que esconde el clamor por el abrazo que nunca te doy... tengo temor.
Para mi reina construí un paraíso que soñé hermoso nido hecho de caña y maíz.
Mangos y flores te traeré. Mieles y atoles libarás hasta escuchar un llanto más de mi raíz.
Luego la vida te habrá de enseñar: con la belleza no es fácil andar sin la certeza del bien y del mal pobre de mí...
Pablo Milanés, 2015. Oficina Artística: Calle 11, # 257 e/ J e I, Vedado, Plaza, La Habana, Cuba. +537 8326613 ext. 104 Diseño y realización: IDEAMBOS