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Canto de la Abuela
Discografía

Canto de la Abuela

1991

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TEMAS DEL DISCO

1 – Canto de la abuela (Pablo Milanés)

Iba yo de tu mano pequeñito
las cosas gigantescas que miraba
eran como por siempre inalcanzables
pues el tiempo a mi edad nada importaba.

Al evocar tu voz y tu ternura
en hermoso paseo hacia el masluz’
me volcabas la fe de tu alma pura
para que un día creyera como tú.

Y llegabas saludando a tus hermanos
al señor Evangelino, a Doña Flor
y en aquella enorme silla me sentabas
y entonábamos un cántico de amor.

Y aquel verso y aquella melodía
que tal vez repitiera sin pensar
se me fueron quedando en la agonía
de los años que me iban a cambiar:

Padre nuestro que estás en los cielos
circundado de gloria inmortal
esperanza del alma que eleva
al amor y a la ciencia un altar.

Deja, deja que en nuestro hogares
nunca, falte ¡Oh Dios! tu bondad,
una chispa de luz para el alma
para el cuerpo un pedazo de pan.

Hoy me recuerdo abuela, pequeñito,
descubriendo tu voz y tu ternura
y aunque sólo en el hombre crea, admito,
que tu canto creció con mi estatura.

Ay abuela,
ay Bayamo
cuanto más pasan los años
más recordamos.

El ocaso es una forma
de acercarse a la niñez
y si son recuerdos dulces
se disfrutan otra vez.
Tú ves.

Los mejores pensamientos
viniendo de donde vengan
siempre ennoblecen el alma
sin nada que los detenga.

Dame un baño de dulzura
invítame a caminar
junto a tu huella inmortal
y límpiame de amargura.

Hoy me recuerdo abuela, pequeñito,
descubriendo tu voz y tu ternura
y aunque sólo en el hombre crea, admito,
que tu canto creció con mi estatura.

2 – Cada vuelta que se logra (Pablo Milanés)

Cada vuelta que se logra
cada vez que se termina
una lágrima germina
presagiando un breve adiós
siete vueltas al reloj
doblas tres veces la esquina
y una suerte que camina
para bien o para mal
contigo se va a encontrar.

No desdeñes lo que tengas
ábrete al sol de la vida
despierta tu piel dormida
dale todo lo que tengas
que cada paso te enseña
para bien o para mal
que el amor se va a buscar
y está en todo lo que sientas
contigo se va a encontrar.

Sola, joven, aguerrida
mujer que quiere imponer
su hermosa forma de ser,
al son de una nueva vida
no se ha de mover tranquila
en este mundo de hombres
se hace lo que corresponde
para bien o para mal
el amor lo va a encontrar.

3 – No he perdido (Eduardo Ramos)

Cuando era muy joven
deshojaba flores
me desconcertaba el querer o no querer
no era el desafuero un freno a mi sed
de amar.

Luego con los años
algo va cambiando
aunque el mismo anhelo me brote de la piel
y esa sensación de nunca contener
te da paz,
te da paz.

No he perdido
aquel afán por dar amor y ser amado
sí alguna vez anduve errado, equivocado,
no he perdido,
lo que viví de alguna forma
algo ha sembrado.

No he perdido
porque perder es mutilar algo anhelado
como si un beso no llegara a otros labios
no he perdido,
si es que perder es no lograr
un beso amado.

Se nos fueron siempre
cosas inocentes,
cosas tan absurdas, tan locas que no sé…
cosas caprichosas que aún tienen que ver
en tu andar.

Pero nos marcaron,
siempre queda un rastro,
cuando cada instante lo vives sin temer
de lo que mañana pueda suceder,
ya vendrá,
ya vendrá.

No he perdido
porque perder es mutilar, algo anhelado
es que mi sexo se extravíe en tu regazo
no he perdido,
si es que perder es no encontrar
tu cuerpo amado.

No he perdido
el beso errante o la nostalgia de un abrazo
el ser sincero cuando estoy enamorado
no he perdido,
porque vivir es lo mejor
que me ha pasado.

4 – Candil de nieve (Pablo Milanés – Raúl Torres)

Necesitas una fuga, catatónica, nocturna, un viento breve
al edén de un sábado, donde un ave miope te espera leve,
de las malas colisiones, no te puedes escapar, candil de nieve,
y es que si lo ves volando sobre el labio de otra flor
te encolerizas, te ruborizas candil de nieve.

Enciéndete clavel, cuando amanecer veas la razón
de lo que te faltó, luego no alcanzó, más tu corazón.
No pienso que sufrir es aquella opción
que nos dio algún dios para salvarnos;
no apagues el candil
o la nieve te hunde en el centro del dolor.

Necesitas una fuga hacia un mundo verdadero, de locura
y cuando vengan por ti no sólo ha de deslumbrarte la hermosura.
Otras lágrimas te esperan cual angustias pasajeras en tu camino
y otras musas más ligeras pintarán y tocarán otro destino
sal a buscarlas candil de nieve.

Enciéndete clavel, cuando amanecer veas la razón
de lo que se te dio, luego no alcanzó más tu corazón.
No pienso que sufrir, es aquella opción
que nos dio algún dios para salvarnos.
No apagues el candil
o la nieve te hunde en el centro del dolor.

5 – Todos los ojos te miran (Pablo Milanés)

Todos los ojos te miran
todas las manos te tocan
todas las palabras que provocas
van gritando generosas que te ansían.

Gustas de aludir el sexo
como un animal travieso
gustas de exaltar a los demonios
cuando sabes que tu entorno lo dominas.

Creas desconcierto al exponer tus pensamientos
siembras confusión si irrumpes en cualquier reunión
y es como un alivio cada noche
cuando frágil, sin reproches
solicitas mi atención.

Cierro mis ojos si miro
tiemblan mis manos si tocan
y no sé qué hacer con esta boca
cuando siento que ese cuerpo es sólo mío.

6 – Amor que cantas la noche (Sandra Pérez – Pablo Milanés)

Amor que cantas la noche
no temas en estos tiempos
tu cuerpo se hace entre broches
y penas, y un nuevo aliento.

La risa en que hoy te conviertes
busca un infinito fin
y un despertar que no adviertes
planeando mi cuerpo en ti.

Qué cosa haré ahora
donde sólo tu sombra
me quiebra el destierro
donde sólo tu cuerpo
me haría sentir
sino seguir siendo para tu equilibrio
una nueva forma de existir.

7 – Cuando lejos estás inalcanzable (Pablo Milanés)

Cuando lejos estás, inalcanzable
y me quemo por dentro en mi agonía
palpo tu carne al tacto de la mía
y me invade un placer inevitable.

Marco un ritmo de amor y en la nostalgia
crece en mis manos toda la esperanza
de ese momento eterno que se alcanza
cuando entregas feliz toda tu sabia.

Cada cadencia evoca una silueta
tierna, dulce, febril, desesperada
tu bella desnudez desde la nada
va naciendo a la luz que me embelesa.

La violencia de un rayo me atraviesa
clara, impoluta mi alma, surge pura
fuegos artificiales te saludan
derramándose en mí como una fiesta.

Calmo, sediento, lento, relajado,
llega un sueño feliz que me ennoblece
mientras canto y tu rostro reaparece
y me guarda en la noche, enamorado.

8 – Aquí me quedaré (Pablo Milanés)

Yo me quedo valdría repetirlo
para aquellos que no lo oyeron bien
y para otros que aún eran unos niños
y su amor y su orgullo clamaban por nacer.

Pero ahora no quiero recordar esas cosas
que día a día se palpan si salgo a recorrer
esas tierras que Bolívar soñaba
que desde mi ventana yo soñaba también.

Yo me quedo porque ya he comprobado
que una risa vale más que un millón
ya no quiero hacer comparaciones
sólo veo las regiones que el maestro soñó.

Yo me quedo para ver el futuro
construyendo lo que canto y amé
como un faro que ilumina tus noches
solitario y seguro, aquí me quedaré.

Yo me quedo con todas esas cosas
que hoy lucen más hermosas
sin traicionar mi fe.

Aquí yacen mis abuelos y mis padres
aquí yacerán mis huesos
porque no voy a morir en tierra extraña.

Así somos como seres humanos
hoy nos equivocamos,
mañana rectificar sin claudicar.

Yo me quedo
y te lo digo cantando
y si tú quieres bailando también.

No me voy a poner pesado y reflexivo
cuando te diga lo que siente por aquí
casi un pueblo entero
lleno de obreros, de estudiantes, de mujeres,
que siguen siendo las más bellas.